Cuando esa ilusión se convierte en la realidad de dos amigas que comparten una vivencia tan profunda, nada es importante.
Cuando concibes a un hijo, tras pasar por esa montaña rusa llamada reproducción asistida, te conviertes en una toda una campeona porque estás más cerca de la meta.
Cuando el gran día se acerca, cuando ya por fin has conseguido relajar tu mente para dejar fluir la maternidad más allá de tus venas, te das cuenta que mereció la pena tanto esfuerzo.
Y cuando ya han pasado varios años, miras a tu hij@ con los ojos de cualquier mamá pero si compartes esa taza de té junto a una amiga que está a punto de convertirse en una mamá como tú, vuelves a vivir lo maravilloso que fue aquel pasado y te cuesta pensar ni siquiera en la parte negativa.
Qué maravillosa es la vida!!
Si me lo permites amiga, hago mías estas palabras: "Tú lo pensaste, tú lo creíste, tú lo creaste"
CRÉELO... ES POSIBLE.
